Txarriboda News 652 (26-08-2022)
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El popular traficante de armas ruso de origen tayiko, Viktor Bout, vegano y animalista renacido, ha hecho un llamamiento a otros profesionales del sector y a sus propios clientes para que se comprometan a respetar un código deontológico y una ética profesional respetuosa con el medio ambiente “porque los tiempos han cambiado”. Según Bout, se puede masacrar una población durante un conflicto bélico sin que ningún animal resulte herido. No a la crueldad animal El antiguo oficial de la Fuerza Aérea Soviética, actualmente encarcelado en una prisión estadounidense a la espera de ser intercambiado por una baloncestista texana presa en Rusia, ha animado a gobiernos, fabricantes de armamento, milicias, ejércitos regulares, guerrillas y organismos internacionales a “poner un poco de su parte y tener un poco de cuidado y de respeto por los animales, porque perimetrar un sector, tomar posiciones, entrar en un núcleo de población civil, descoyuntar a culatazos a ancianos, organizar fusilamientos en la tapia del cementerio, violar a hombres, mujeres y niños a punta de bayoneta y arrojar los cadáveres en una fosa común en medio de una campaña de limpieza étnica no debería estar reñido con evitar que los animales del entornos sufran daño, tanto físico como psicológico”, explica Bout mientras hojea un reportaje de National Geographic sobre focas monje. El contrabandista, que ha matizado que su mote de ‘mercader de la muerte’ es impreciso y capcioso, cree que hay que educar a las nuevas generaciones en el amor a los animales, “desde que son niños soldados, para que aprendan la diferencia entre mutilar a sus propios padres y tratar mal a un perrito”. © elkarma.eus |
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