Las grandes corporaciones dedicadas a la fabricación y el comercio textil tratan de buscar alternativas a los sistemas productivos tradicionales ante un recrudecimiento de la escasez de materias primas. La guerra de Ucrania, las sequías intermitentes en la Península Ibérica o las plagas en la India han obligado a empresas como Inditex o H&M a encontrar un sustituto al algodón en las pelotillas de ombligo. La inversión en I+D+i y el desarrollo de nuevas tecnologías permiten ahora la recogida de esas amalgamas de pelusa, vello humano y suciedad para procesarlas a gran escala y confeccionar nuevas prendas.

La ropa del futuro

El sector textil ya se encuentra haciendo trabajo de prospección para obtener proveedores de pelotillas de ombligo, un mercado poco explotado que hasta la fecha se concentra en pocos artesanos pero que avanza hacia la explotación industrial. “Se trataría de un proceso muy sencillo. Primero se limpia la pelotilla de ombligo y se separan la fibra de la mugre y los sedimentos de piel muerta con una desmontadora, o almarrá, y se separan en varios lotes. En la cinta transportadora se cargan las balas y un sistema de rodillos esponja, ahueca y enmaraña la fibra de pelotilla, para, a continuación, proceder al proceso de cardado con cilindros de púas. Si la pelotilla es de ombligos nobles se puede proceder al mechado, pero esto es opcional y encarece el producto. A continuación se sigue con el estiraje y se finaliza con el hilado, bien por sistema de anillos, de rotor o de chorro de aire”, explica Angelo Catil, supervisor de una planta de procesado de Gucci.

Inversores del sector energético creen que las pelotillas de ombligo también podrían sustituir a los pellets en el futuro.

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