La Organización de Consumidores y Usuarios ha solicitado al Ministerio de Consumo que abra una investigación al grupo Danone, propietario de Font Vella, para determinar si realmente está vendiendo agua mineral o se trata de una tapadera para comercializar otro tipo de substancias de naturaleza alcohólica o estupefaciente. Las sospechas de la OCU se basan en el contenido de los spots publicitarios de la marca, que representan a jóvenes “demasiado felices y dinámicos para haber consumido algo tan anodino como el agua, por muchas burbujas que le pongan”.

Algo tendrá cuando la bendicen

La petición está provocando alarma social y muchos padres y madres han comenzado a sustituir el agua de las comidas de sus hijos por cerveza con gaseosa porque, alegan, al menos saben que no contiene más de 6 grados de alcohol. “Una joven bebe de su botella de agua mineral y entonces salen unas chiribitas en el aire, el vestido le cambia de color, sus movimientos se ralentizan a cámara superlenta y suena de fondo música electrónica. No sé qué quieren que les diga, mi cuñado trajo unas setas a casa una nochevieja y el efecto era parecido”, explica Iransu Bidón, portavoz suplente de FACUA, que está siguiendo muy atentamente el caso tras realizar un estudio comparativo entre el precio de un botellín de Font Vella y el de un gramo de cocaína, y quedarse pensativa. La polémica venía gestándose desde que en 2021 otro spot de la marca mostrase a un señor que se ponía a bailar en la terraza de un bar tras darle un sorbo a su agua mineral.

OCU ha anunciado que si prospera su petición solicitará otra investigación a Central Lechera Asturiana porque “tampoco es normal que a Jesús Calleja se le quede esa mirada perdida mientras habla solo en el bosque”.

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