Los millones de fans de todo el mundo que se han desplazado hasta Lisboa este fin de semana para asistir a la clausura de la Jornada Mundial de la Juventud han recibido como un jarro de agua fría y sin bendecir la noticia de que Jesucristo no actuará finalmente este domingo en la capital lusa. La cancelación sorpresa del Hijo de Dios, que iba a cerrar los encuentros católicos inaugurados por Juan Pablo II en 1986, alegando oficialmente problemas de agenda de última hora, vuelve a despertar los rumores sobre posibles desencuentros entre la organización del evento y la promotora de Cristo, e incluso de enfrentamientos internos entre miembros de la banda, cuya relación se habría deteriorado a partir de la muerte por suicidio del bajista Judas Iscariote en circunstancias aún sin esclarecer.

Nadie piensa en los niños

El Papa Francisco ha pedido a los 350.000 jóvenes peregrinos apiñados en el parque Eduardo VII “paciencia y resignación cristiana” ante la aciaga noticia, que ha dejado desconsolados a cientos de miles de fieles que habían viajado a Portugal exclusivamente para ver al Cordero de Dios actuar en directo. Aunque se han registrado algunos disturbios sin importancia en el recinto provocados por radicales neocatecumenales, que han volcado varias pilas bautismales en protesta, se respira un ambiente de calma tensa a la espera de que los responsables de la Jornada anuncien quién sustituirá a Nuestro Salvador en el escenario central.

San Pablo Alborán, Hildegard & The Bingens, Stryper o Soleá Morente y Los Evangelistas son algunos de los nombres que se comentan entre los grupos cristianos asistentes pero, a pocas horas de la clausura, todavía no existe ningún anuncio oficial.

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