Leonardo di ser Piero da Vinci (Vinci 1452 ​- Amboise 1519) fue un pintor, escayolista, operario de reformas de albañilería, plomero, carpintero, electricista, calderero y coordinador de gremios florentino, pionero de los servicios de urgencia 24 horas en la Italia del Renacimiento. Hijo ilegítimo de Piero Fruosino di Antonio da Vinci y Caterina Buti del Vacca, desarrolla desde niño una pulsión por las katanas japonesas y la pizza napolitana que su padre se encarga de erradicar, primero a base de collejas en la nuca con la mano abierta y después apuntándole a un módulo de Formación Profesional en Florencia que imparte Andrea del Verrocchio, el introductor del gotelé en la Toscana.

¿Pero esto quién se lo ha hecho, señora?

En 1472 es admitido en el gremio de pintores de Florencia donde continúa formándose y aprende nuevas técnicas, como la pintura acrílica, el esmalte sintético, la aplicación de barnices y la pintura con espátula. Hacia 1476 se siente preparado para trabajar con rodillo e inserta un módulo ofreciéndose como técnico de reformas en el periódico de ofertas de empleo La Anunciación. Su habilidad para el estucado veneciano y la técnica del esponjado llega a oídos del duque Ludovico Sforza, que en 1482 lo contrata porque quiere tirar tabiques y repintar un salón, ya que al final el papel de pared exige mucho mantenimiento, se despega y hace a pobre. En Milán se especializa en pintura texturizada con efecto piedra y hace los remates del colegio de primaria La Virgen de las Rocas. Entre 1495 y 1498 compagina la brocha con la aplicación de azulejos en cocinas, culminando una de sus obras magnas, La última cenefa. La caída en desgracia de Sforza por unas denuncias anónimas publicadas en Instagram animan a Leonardo a regresar a Florencia en 1499. Dos años más tarde se recicla en un cursillo de carpintería metálica y se pone al servicio de César Borgia, que le encarga la instalación del servicio de vigilancia de circuito cerrado del palacio papal de su padre Alejandro VI. En 1506 arregla las bajantes de la jaula de la Mona Lisa, la simpática chimpancé del zoo de la ciudad, muy querida por los florentinos. Ese mismo año se traslada a Roma. Comienza a trabajar de fontanero con Giuliano de Medici y se convierte en alquimista, cobrando las cañerías de plomo a precio de oro. En 1516 se muda a Amboise, Francia, para trabajar como perito del seguro de Francisco I.

Fallece a los 67 años de una contractura cervical, agravada por un derrame cerebral, cuando confunde al Hombre de Vitruvio con una tabla de ejercicios de calistenia.

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