Ni telepatía, ni tele trasportación. El primer mutante del que se tiene constancia ha venido al mundo con un tatuaje policromado sobre su omoplato derecho. Un emoji del dedo medio extendido enmarcado entre laureles de victoria. El genetista Inky Stinger cree es la respuesta de la evolución a toda esa gente que, cuando se cruza con una sillita de bebé copilotada por una pareja de treintañeros tatuados, piensa: ¿cómo es que la criatura no tiene ningún dibuj…? El padre del “meta humano”, pues así lo prefieren sus progenitores, es ex miembro de Los Ángeles del Infierno y regenta una armería en Auckland, California. Su madre diseña nano plásticos biodegradables capaces de curar el sarro dental.

Indeleble eres tú

Las autoridades han constatado que ambos progenitores tienen tatuados sus cuerpos. El padre, con simbología que incluye calaveras aladas, cruces de Malta con estética germanizante y balas de diverso calibre. Los tatuajes de la madre alternan en vivos colores imágenes de la mitología hindú, motivos vegetales e inscripciones en sánscrito con citas célebres de filósofos post marxistas. Según Inky Stinger, los abuelos de ambos progenitores también están tatuados. “Son de los que empezaron a tatuarse en los 90 los típicos tatuajes solares, letras chinas y diseños tribales”, aclara.

La historiadora Erika Catauer recuerda que en aquella década celebridades como Pamela Anderson popularizaron diseños como el alambre de púas en torno a una extremidad. “Generalmente era el brazo aunque también se hicieron algunas piernas y miembros viriles”, recuerda. Todas las maternidades del mundo han recibido ya la alerta correspondiente.

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