Puños fuera: Cúter
Cuando en 2001 se derribaran los símbolos del poder del capitalismo financiero, las Torres Gemelas de Nueva York, los mandos antiterroristas, responsables de mantener el orden y la estabilidad del Imperio, achacaron el porqué de su fracaso a la imposibilidad de controlar a La Base, un grupo en origen amigo y después despendolado, que había vuelto al viejo estilo de la determinación y la confianza y se comunicaba mediante papel y pluma que se pasaban de mano en mano. Si el humilde papel impedía escuchas y demás zarandajas del cibercontrol, el cúter vencía al radar y convertía así cualquier objeto de uso cotidiano en palanca de cambio. |