Tras el fallecimiento de Bosco, al que muchos conocíais como Bosco el Tosco, el pasado día 27 de Agosto, mientras aún tratamos de superar los momentos difíciles y dolorosos por esta gran pérdida, sus padres, Javier y Pilar, su hermana, María, y el resto de su familia, queremos dar las gracias a todas esas personas que nos han mostrado su apoyo. A todas aquellas personas que se han puesto en contacto con nosotros para tratar de reconfortarnos. A quienes se acercaron al velatorio para despedirse de él. A quienes han tenido palabras de afecto para Bosco en las redes sociales. A quienes han difundido la noticia de su fallecimiento para que nunca se le olvide. A quienes albergan en su corazón y en su recuerdo momentos vividos y atesorados con cariño.
Y, sobre todo, queremos expresar nuestro más sincero y profundo agradecimiento al personal sanitario de la UCI 5B y de la Unidad Autoinmunes del Servicio de Medicina Interna del Hospital de Cruces por su esfuerzo y dedicación. Por no haberse rendido nunca. Por haber contribuido a que Bosco viviera todo el tiempo que estuvo ingresado rodeado de atenciones y cariño. Nunca podremos agradecerlo lo suficiente.
No nos referimos solamente al cuidado profesional dispensado en todo momento, constante, irreprochable, incansable. También al trato humano que ha mostrado el equipo que le cuidaba. Hacia Bosco y hacia nosotros. A veces con una sola mirada, detrás de la mascarilla, hacían que nos sintiésemos protegidos y arropados. Todo cercanía, respeto y voluntad de servicio. Día tras día.
El recuerdo de las muestras de cariño y ternura a Bosco, y la lucha del equipo médico por aplacar su enfermedad, nos reconfortan en estos momentos de dolor. Os animamos a seguir vuestra labor diaria con la misma humanidad y profesionalidad que habéis ofrecido a nuestro Bosco.
También queremos dirigirnos a la dirección de Osakidetza. Es una lástima que el esfuerzo y la dedicación de tantos profesionales pueda verse empañado por las condiciones en las que familiares y allegados hemos tenido que vivir estas semanas de pesar y preocupación. En dos meses, no hemos encontrado un solo espacio que nos permitiera expresar en la intimidad y privadamente nuestras emociones, nuestro dolor y nuestra inquietud, tras largas jornadas de espera y vigilia. Ni nosotros, ni los familiares de otros pacientes, con los que tuvimos la ocasión de compartir esta situación. Hemos tenido que recibir el parte médico diario de nuestros familiares en medio de los pasillos. No era agradable para nosotros recibir la información en esas circunstancias y mucho menos para el personal médico.
Somos muy conscientes de la situación actual. Sabemos que los hospitales, en el contexto de la pandemia, se enfrentan a un reto sin precedentes. También las consultas ambulatorias, que cada vez son menos presenciales, lo que, en algunas situaciones, podría dificultar un diagnóstico preciso. Hacemos un llamamiento a los responsables de Osakidetza para que no se olviden de las personas que acuden, y acudirán, a hospitales y a ambulatorios para acompañar a sus seres queridos.
Muchas gracias a todos por haber estado ahí.
Un abrazo.
La familia de Bosco
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