Oreja a la Plancha: Cibernáusea
Ahora que en las redes sociales todo el mundo puede ir al Papa de Roma y decirle a la cara que sus subalternos violan niños, o a Trump que apesta o a Slayer que están acabados, lo que hace la gente es justo eso. De todas las potencialidades a nuestro alcance, escogemos las peores y nos quedamos tan anchos. Antes los que podían organizaban guerras y genocidios, y estaba en nuestra mano pensar que eran unos hijos de perra, o incluso decirlo en voz alta delante de unos botellines. Los gobernantes nos puteaban porque podían, la policía nos daba un bofetón y nos quitaba un porro porque podía, el fuerte sometía al débil porque podía… todo esto sigue ocurriendo, claro. Pero ahora además alguien a quien no le ha gustado el contenido de tu último trabajo creativo te desea la muerte o la ruina, porque puede. O uno que no piensa como tú habla abiertamente de gasear o quemar a los que discrepen de lo suyo, porque puede. Y cuanto más imbécil, más posibilidades de que «se viralice». |