octubre 17, 2024

Mens Insana: Conciliación

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Resulta cansino que el derecho a la conciliación familiar sólo se contemple cuando el trabajador tenga hijos menores o personas adultas vulnerables a su cuidado. Como si el resto no tuviéramos derecho a conciliar nuestra vida familiar y laboral. ¡Como si el no tener hijos fuera lo mismo que no tener familia! Según la RAE una familia es un “grupo de personas vinculadas por relaciones de matrimonio, parentesco, convivencia o afinidad”. Entonces, ¿por qué hay familias que gozan de más derechos que otras? Incluso una persona completamente sola también debería ver reconocido su derecho a la conciliación. Porque no hay “igualdad” si en las empresas quienes hayan decidido no tener hijos, o no tengan mayores vulnerables a su cuidado, constituyan los pilares fundamentales en los distintos equipos de trabajo para lograr un equilibrio forzado a favor de los otros. (Más…)

julio 15, 2024

Mens Insana: Extrema derecha

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El auge de la extrema derecha es fruto del fracaso de las políticas de izquierda. No sé si por cobardía o por torpeza absoluta. La extrema derecha ha sabido poner los problemas sobre la mesa y articular un discurso facilón que atrae a los jóvenes. Descontentos con su realidad, ansiosos, que perciben su futuro como incierto, poco alentador y preocupante. No se sienten representados por los partidos mayoritarios, y los consideran corruptos e ineficaces. El peligro está en que la extrema derecha, una vez en el poder, no combate a esos enemigos que tanto menciona. Y lo que hace es destrozar derechos adquiridos con mucho esfuerzo y años de lucha. (Más…)

abril 8, 2024

Mens Insana: Aquí la vida

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Nunca volvemos a los lugares de nuestra memoria porque sólo existen ahí. Por más que insistamos son sólo un espejismo en nuestra mente. Son viejos mundos que como la piel de una serpiente simplemente dejaron de existir. Nos gustaría poder volver a ellos y revivir cómo nos sentíamos pero es imposible porque ya nada es igual. Ni siquiera nosotros. Después de toda una vida de exilio volver puede ser una experiencia catártica. Tocar la puerta de la que era tu casa y pedir humildemente a sus moradores verla por última vez. Los mismos muebles siguen ahí. Colocados de la misma manera. ¡Una vida entera..! Sus habitantes oscilan entre la hospitalidad y la súbita desconfianza, pero sólo se trata de verla. Por última vez. ¿Y si..? (Más…)

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