El primer gran éxito de James Cameron, con permiso de Piraña 2, se ha convertido a lo largo del tiempo en una película seminal, referente del género de acción y ciencia ficción de los 80, e iniciadora de una saga más fecunda que un matrimonio del Opus Dei. Sin embargo, tanto el planteamiento original del director como su desenlace iban a ser muy diferentes a lo que pudimos ver en pantalla. El origen de la idea no tiene una única fuente. Si bien es cierto que se inspiraba mucho en un cuento de Harlan Ellison, Cameron leería el relato estando muy enfermo. Entre la fiebre, el delirio, la medicación rica en codeína y las revistas porno con las que entreveraba la lectura, sus noches se llenaban de sueños eróticos repletos de pelos cardados, cuerpos musculados y escopetas de cañón recortado. Entre polución nocturna y polución nocturna, el canadiense comenzaría a escribir un primer tratamiento de guión que acabaría en un cajón atestado de calcetines acartonados. (Más…) |