La Dirección General de Tráfico quiere que los semáforos dispongan de una calificación por edades respecto a sus peatones. Según la Directora de Estudios de la DGT, Genoveva Denes, se han identificado estos tramos-tipo principales. Primero, el individuo mayor de setenta años suicida pero pasivo agresivo. Segundo, el sujeto de entre cuarentaicinco y setenta absorto en el móvil. Tercero, el progenitor de mediana edad con prisas llevando a los críos en ayunas y tarde al colegio. Los individuos de cero a veinticinco, que creen que les da tiempo a esquivar la hormigonera, forman el cuarto. Añadida a sus habituales colores del reggae, una cuarta señal visual en el semáforo indicará, según la hora óptima, las palabras “viejo, imbécil, gilipollas o descerebrado” respectivamente.

No me mire así

Además, los semáforos emitirán señales de audio que interferirán con la radio o el móvil en los vehículos. Algo, explica Genoveva Danes, como lo de los aviones cuando se acercan demasiado al terreno y se emite un PULL UP para espabilar al piloto y/o poder demostrar a la compañía de seguros, caja negra mediante, que se hizo todo lo posible por despertarlo. La Confederación de Automovilistas con la Bilis Rozando la Estratosfera Orgánicamente Hablando (CABREOH) ha manifestado su preocupación por este sistema. “Si yo voy hablando con mi mujer o escuchando a Jiménez Losantos y empiezo a oír ‘imbécil, imbécil, imbécil, imbécil’ voy a pensar que son cualquiera de los dos”, advierte su presidente Onofre Nazos.

La ausencia de señales para el grupo que más atropellos sufre en España, los ungulados como ciervos, corzos o jabalíes, ha generado polémica. “Nos ofrecieron la palabra ‘bicho’ y como sonido el grito de Tarzán. Así estamos todavía a estas alturas”, se lamenta la animalista Penélope Zuñas.

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