El presidente del Gobierno de España ha publicado en redes sociales que comienza a sospechar que a Donald Trump él le pone un poco. Afirma deducirlo de la actitud pasivo agresiva que le muestra el jefe del ejecutivo de EE.UU. de un tiempo a esta parte. Que Trump le critique de manera indirecta en declaraciones pero luego le salude efusivamente cuando se encuentran cara a cara, como el pasado 13 de octubre en Sharm el-Sheij, y de nuevo le siga criticando desde Washington, ha llevado a Pedro Sánchez a pensar que a Trump le gusta y que todo lo hace para llamar su atención. El Secretario General del PSOE ha querido matizar que a lo mejor no tanto como para llevarlo al almacén del fondo del bar y hacerle el amor salvajemente entre cajas de cerveza El Águila, pero sí lo suficiente como para disimular los flirteos cada vez peor.

Qué peligro tiene

Miembros del gabinete de Pedro Sánchez, así como varios de sus socios de coalición, han llamado al presidente español a reflexionar y tratan de convencerle de que tal vez no esté siendo demasiado objetivo a la hora de analizar el comportamiento del jefe de gobierno estadounidense. “Que no, que no. Que yo a Trump le molo. Joder. Primero me amenaza con aranceles del 100%. Luego dice que siempre tiene problemas conmigo. Pero cuando me ve en Egipto me da la mano con una vehemencia que yo creo que tenía el esfínter apretado, fíjense ustedes lo que les digo. Que le pongo palote, coño, y no sabe cómo decírmelo”, explica Sánchez para añadir que cuando no le hizo caso en la cumbre de la OTAN en La Haya el pasado junio, mientras se arrimaba a otros líderes mundiales, fue para darle celos “el tío revoltoso”.

Fuentes de Moncloa aseguran que no les consta que Pedro Sánchez haya recibido aún ninguna fotopolla de Trump “de momento”.

© elkarma.eus