La empresa pirotécnica familiar Eztanda Hoy presenta su programa para acabar con la nueva oleada del virus que azota Euskadi. El plan, presentado en varios ayuntamientos y diputaciones por los propietarios del negocio, los hermanos Emilio y Santiago Ybarreno, consistirá en derribar «de manera remota y controlada» cornisas y otros detalles arquitectónicos en diferentes localidades para disuadir a la gente de salir a la calle.

Riesgo de precipitaciones

Ninguno de los Ybarreno cree que los «toques de queda« sugeridos por el Lehendakari vayan a funcionar debido a que «no son lo suficientemente intimidatorios« y porque «la humanidad, así en general, da asco«. Eztanda Hoy ha realizado diferentes pruebas piloto durante los últimos meses, como la del balcón de García Salazar o la del trozo de fachada de Ercilla, ambas en Bilbao. «Nadie va a quedarse parado en la vía urbana, expuesto al contagio, y mucho menos haciendo corro, si piensa que le pueden caer 200 kilos de granito en la cabeza«, explica Emilio.

Los derribos de cornisas se llevarían a cabo cuando no haya nadie debajo «porque si no el seguro de responsabilidad civil se nos ponía en un pico, pero eso no lo pongáis, que se pierde el efecto acojono«, advierte Santiago Ybarreno antes de abrir el paraguas para salir a la calle.

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