La Comunidad de Madrid ha decidido llevar un paso más allá la prohibición de que el personal sanitario y los docentes hablen con los medios de comunicación. En los próximos días habilitará una división de élite perteneciente al cuerpo de la “Policía de Balcón” para que acompañe a estos profesionales en su actividad diaria.

Voluntad de servicio

“Ojo, que no lo hacemos para coartar la libertad de expresión de nadie”, informa Renata Cataca, consultora interina de la Consejería de Presidencia, “sino para evitar que estas personas se pongan a chismorrear, dando mal ejemplo a los niños y haciendo dejación de sus funciones, que problemas tenemos todos…” Los agentes voluntarios, que ejercerán de escolta, carabina y comisario político de sanitarios y profesores, también les tacharán en negro el periódico, cada mañana, “para que no lean cosas feas sobre la gestión de la pandemia, y que puedan hacer su trabajo con alegría y diligencia”. Cataca asegura, que, en cualquier caso, estos vigilantes “tendrán terminantemente prohibido entregarles los crucigramas hechos”, porque eso atentaría contra los derechos del trabajador “y es una línea que de momento no queremos cruzar”.

La selección de los voluntarios se hará, principalmente, en comunidades de vecinos confinadas, y puntuarán “las denuncias, improperios e insultos a transeúntes que se hayan hecho desde el balcón del domicilio durante el Estado de Alarma”.

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