La asociación Guantazos Contra el Intrusismo (GCI), formada por representantes del Consejo Mundial de Boxeo, la World Wrestling Entertainment y la UFC de artes marciales mixtas, han presentado una demanda conjunta contra los organizadores del debate entre Donald Trump y Joe Biden por competencia desleal.

Vergüenza y consternación

“Que te revienten la mandíbula con un uppercut o el hígado de un rodillazo es algo honorable, casi estético, pero esos insultos, esas muecas desencajadas… sólo le faltó a Trump escupirle al otro, ahora que se sabe que es positivo en coronavirus…”, explica Amos Tiazo, portavoz interino de GCI, que aún no se puede creer las cifras de audiencia alcanzadas “por esos advenedizos”. El mundo del boxeo, la lucha libre y el vale-tudo lamenta consternado que los telespectadores hayan tenido que ver un “despliegue bochornoso de golpes bajos, falta de ética deportiva y saña gratuita”. “La violencia exhibida en el debate electoral entre Trump y Biden ha sido de una crudeza sin precedentes, una vergüenza para los amantes de los deportes de contacto”, concluye Tiazo, que considera que “nadie ha pensado en los niños cuando programaron su emisión”.

Por su parte, el equipo de dirección de Sálvame ha mostrado su interés por el formato del debate y podría estar organizando un encuentro similar entre María Patiño y Chelo García Cortés.

© elkarma.eus