Una pelea multitudinaria entre académicos de la Real Academia de la Lengua se ha saldado con varios heridos de pronóstico reservado. La reyerta, que se ha iniciado en la cafetería de la RAE, habría tenido su origen tras una fuerte discusión entre el camarero y un catedrático de filología hispánica por la utilización del acento ortográfico en un adverbio en la comanda del desayuno.

Prácticas de riesgo

“El camarero, que sabe que cuando estoy enfrascado en la lectura de las memorias eróticas de Ramón Menéndez Pidal no me gusta hablar, me pasó un post-it preguntándome con qué iba a acompañar las tostadas del refrigerio matutino. Le respondí en una escueta nota ‘Solo con leche’. Y el maldito antitildista me trajo un vaso de leche sin café. Lógicamente le tuve que pegar”, explicaba a la policía el catedrático, cuya identidad se mantiene, por el momento, en el anonimato. La pelea inicial se escaló cuando una turba de académicos de la lengua acudió a la cantina de la institución, se formaron dos bandos y comenzaron a lanzarse sillas, mesas y otros elementos del mobiliario. “El empleo tradicional de la tilde en el adverbio ‘solo’ no cumple el requisito fundamental que justifica el uso de la tilde diacrítica. Es lícito pensar que el caballero solamente deseaba la leche. Me limitaba a cumplir la ley…”, se excusaba el camarero, que tuvo que abandonar el recinto en camilla mientras Arturo Pérez-Reverte, identificado por las fuerzas del orden como el instigador de la trifulca, seguía golpeándole las costillas con un busto en mármol de Antonio de Nebrija.

El lamentable espectáculo se suma a la larga lista de altercados protagonizados por miembros de la RAE y podría obligar a que, en el futuro, se prohíba introducir diccionarios en los campos de fútbol.

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