Txarriboda News 498 (23-02-2022)
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La inflación del 6,7%, que ha provocado uno de los mayores incrementos de precios de la Unión Europea, junto con la propuesta de Bruselas de eximir del IVA a las compras de material militar, han llevado a miles de fruterías de todo el estado a comenzar a vender granadas de mano, morteros frescos y fusiles semiautomáticos de invernadero, “que salen mucho mejor de precio y te solucionan una cena familiar de esas que se alargan demasiado”. Bombas de racimo Ante la alarmante subida del precio del puerro o del aguacate, debido al encarecimiento de la luz y los carburantes, y a las interrupciones en las cadenas globales de suministros, la mayor parte de las fruterías en territorio español comenzarán a poner a la venta armamento militar, “mucho más barato, que siempre está de temporada y que cuenta con una amplia red de distribución a prueba de bombas. Literalmente…”, aclara Andrés Poleta, dueño de una verdulería de barrio mientras enseña a una clienta a golpear la base de un misil antitanque FGM-148 Javelin para saber si está maduro. Cadenas de supermercados como Lidl, Eroski, Mercadona o Carrefour han anunciado que en fechas próximas comenzarán también a sustituir los calabacines, pimientos, kiwis o pomelos de sus expositores, algunos con incrementos del PVP de hasta un 30% desde diciembre, por fusiles de precisión Barret, lanzagranadas 40 SB y cohetes R-29R. Varias asociaciones de consumidores han pedido a los productores y distribuidores de armas militares que prioricen la satisfacción del cliente nacional por encima del margen de beneficio “porque la mayoría de las veces el producto de mayor calidad se exporta, lo que va en perjuicio del consumidor local”. © elkarma.eus |
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