Cristiano Ronaldo ha informado en rueda de prensa de que el motivo por el que reventó contra el suelo el teléfono móvil de un niño de catorce años no se debió a la rabia y la frustración que le produjo que su equipo volviese a perder por octava vez en la Premier League inglesa si no a su vehemente defensa de los valores tradicionales para que los más pequeños se diviertan con cuadernos de colorear y jugando a la peonza en la calle “en vez de pasarse el día pegados a la puta pantalla, que al final salen embrutecidos”.

Era por su bien

El jugador del Manchester United ha explicado a los medios que la razón por la que agarró el celular del muchacho y lo estampó contra el pavimento “no obedece a que tenga problemas para controlar mi ira, payasos de mierda, sino a que, como el muchacho era autista, no podía perderme en sutilezas como sugerirle que a lo mejor debería pasar menos tiempo en redes sociales y disfrutar de actividades al aire libre que estimulasen su desarrollo cognitivo”. El delantero portugués ha desmentido ser un hombre violento y asegura que le reventará la cabeza al primer policía o directivo del club que insinúe lo contrario. “Yo sólo quiero fomentar en la infancia el autodescubrimiento, el esparcimiento didáctico y su alejamiento de prácticas tecnológicas alienantes, pero si lo que tengo que esparcir son los sesos de alguien a guantazos yo no me corto”, argumentaba el de Madeira desde la serenidad.

El episodio de Cristiano Ronaldo con el niño autista ha tenido lugar tan sólo una semana después de que pisoteara el Apple HomePod de unos adolescentes que hacían botellón en un parque al grito de “el reguetón ni es música ni es nada”.

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