La primera ministra finesa Sanna Marin, atacada de manera implacable este verano por participar en un guateque, promoverá una reforma constitucional para incluir el Test de Drogas obligatorio a toda la ciudadanía. “Y con drogas me refiero también a tabaco, alcohol, café y anticongelante. ¿Resentimiento? No sé de qué están ustedes hablando”, ha anunciado Marin en rueda de prensa antes de hacer referencia a cierta hinchazón de ovarios.

Sopla y tentetieso

En caso de que prospere la reforma, los finlandeses mayores de edad tendrán que someterse a un test de saliva, sangre, orina y heces cada 48 horas en verano y cada 24 en invierno. Muy a favor de la digitalización de la función pública, la iniciativa promueve que la población reciba por parte del Estado boquillas y una App ad hoc en sus móviles. “Aquí, o soplamos todos o tiramos la democracia al río”, advierte Mika Limötsö del Ministerio de Cooperación Nórdica y Equidad. La acumulación de positivos será premiada con la publicación de la cara del agraciado en redes sociales con un rótulo calificativo en función del nivel obtenido. Según Limötsö la calificación más baja será “Joulupukki de honor” y la más alta “Estás tú como para conducir tanques de la OTAN”. También se enviarán a sus contactos directos por WhatsApp videos comprometedores que cada ciudadano previamente habrá grabado y depositado en la Oficina Finlandesa de la Vergüenza Ajena.

La politóloga Taimi Kröpüntö cree que este intento de “acercar la política a la ciudadanía” quedará en nada si los menores de edad no pueden participar. Lamentablemente la climatología finlandesa no permite, durante la mayor parte del año, la celebración de botellones al aire libre.

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