El dispositivo puesto en marcha por los Mossos d’Esquadra ha permitido desarticular una red de peleas clandestinas entre jóvenes pertenecientes al movimiento woke. La operación policial se saldó anoche con la detención de docenas de organizadores y participantes en las luchas ilegales que se estaban celebrando en un descampado de Mollet del Vallès, Barcelona. Estos combates consisten en que los dos contrincantes comienzan a proferirse insultos homófobos, machistas, racistas y xenófobos hasta que uno se ofende tanto que abandona.

Artes marciales mixtas

La policía ha incautado numerosos posters de la última versión de Disney de La Sirenita, folletos de apoyo a Just Stop Oil, fotocopias de la cara de Arévalo con una diana en la frente y grabaciones en móvil de peleas que muestran escenas dantescas. “En uno de los combates se puede ver como un chico de unos 20 años, con una camiseta de la película de Marvel Eternals, llama feminazi a la muchacha, de su misma edad, con la que se enfrenta. Ella deja ver una mueca de dolor en el rostro cuando el chico le dice que las mujeres que critican a Harvey Weinstein accedieron a pasar por el aro para triunfar y que no es justificable que denuncien 20 años después. Pero ella responde que lo que hace Amazon con los elfos negros de Los Anillos de Poder es inclusión forzosa. Al chaval le da un vahído y se va del cuadrilátero”, explica un sargento de los Mossos que confiesa que en todos sus años de servicio nunca vio semejante exhibición de crueldad.

Según informes de la Policía Nacional, existen otros clubs de la lucha wokes mucho más violentos en los que los combates no se paran hasta que uno de los dos adversarios empieza a llorar.

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