Varios hoteles se preparan para afrontar la campaña navideña con la implementación de un nuevo servicio que pretende revolucionar la hostelería. Madres enfadadas se encargarán a partir de ahora del servicio despertador de aquellos clientes que lo soliciten “y de algunos que no los soliciten también, porque una madre sabe lo que te conviene más que tú mismo”. Las madres contratadas dispondrán de total libertad de acción, desde ligeros toques en el hombro hasta gritos al oído con consignas del tipo “Que te levantes ya, coño, todas las putas mañanas lo mismo”.

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Aunque se trata de una experiencia piloto que comenzará a funcionar en hoteles de algunas capitales de provincia, cadenas como Meliá, NH, Riu, Barceló o Eurostars han mostrado interés por incorporar el sistema en hoteles de cuatro y cinco estrellas de manera permanente. Métodos como la llamada a la hora convenida al teléfono de la habitación o el cubo de agua helada vertido sobre el cliente por un empleado del servicio de habitaciones podrían convertirse en obsoletas reliquias del pasado si el nuevo sistema despertador termina por implantarse.

“Lo bueno de utilizar madres es que son insistentes y metódicas. Además, no se limitan exclusivamente a asegurarse de que el hospedado se ha despertado y ha salido de la cama, sino que no abandonan la habitación hasta que este no se ha lavado los dientes y enfila hacia el comedor del hotel antes de que termine la hora de desayunos. Algunos clientes VIP pueden optar por que la madre permanezca junto a la mesa y les recuerde que si no se beben rápido el zumo de naranja se le van las vitaminas”, informa Richard Brekelmans, Vicepresidente de Marriott para el Sur de Europa.

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