Un vecino de Bilbao ha tenido que contratar un segundo seguro para que le cubra la posible rotura, avería o sustracción de la cámara de videovigilancia de Securitas Direct, compañía con la que tiene contratado el seguro obligatorio impuesto por La Caixa tras firmar la hipoteca de vivienda. El hombre, que ha adquirido un piso de 35 metros cuadrados en un quinto sin ascensor, asegura que antes de que el banco le dijera que tenía que adquirir el servicio de alarmas Securitas Direct para poder optar a una rebaja en las cuotas de la hipoteca él vivía tranquilo porque no poseía objetos de valor, pero que ahora duerme mal por las noches porque la cámara que le han instalado es lo más caro que tiene en casa.

Vivir en una angustia continua

El individuo que se ha visto en la obligación de contratar el seguro antirrobo de la cámara de seguridad que le ha colocado el seguro de vivienda impuesto por el banco con el que ha firmado la hipoteca se consideraba una persona “austera, sin grandes ambiciones, razonablemente confiada, sin un miedo excesivo a esa incógnita que viene siendo siempre el futuro”, pero ahora vive aterrorizado ante la posibilidad de que cualquier día entren ladrones a su casa para robarle la cámara de Securitas.

“Coño, es que fíjese. Cámara 4MPx, con resolución QHD detallada de 2.560 por 1.440 píxeles en 25 fotogramas/segundo y mejora de la imagen con WDR. Esto debe de salir por un pico. Como un día me entren en casa y se la lleven, a ver qué les digo yo a los de Securitas Direct. Menos mal que Mapfre me ha ofrecido una póliza muy completa. Aunque me han dicho que si me compro una moto el seguro antirrobo conjunto me sale mejor de precio”, comenta el hombre mientras mira el informativo de Antena 3 en su televisor Telefunken PAL color.

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