El conductor de un ‘vehículo ecléctico’ podrá acogerse arbitrariamente al rol que más le convenga. Peatón ante semáforos, motos, utilitarios, furgonetas, camiones y tractores. Vehículo rodado ante peatones funcionales, discapacitados en diverso grado y/o policías municipales de pedanía perdida. La Dirección General de Tráfico incluirá patinetes y bicicletas en esta nueva categoría desde el 1 de enero de 2026. Estos artefactos podrán ser usados, resume el director de la DGT Pere Navarro, “como si a su dueño le hubiesen salido literalmente de los huevos”. Seguirán sin necesitar permiso de conducir y bastará con poner cara de “yo a lo mío” con y sin gafas de sol. Se reconoce así una situación que ya ocurría especialmente los domingos a la hora del vermut.

Dale que Aries

En cuanto al peligro de los vehículos eclécticos para viandantes y conductores, Navarro ha indicado que, con un poco de suerte, ayudarán a que la selección natural haga su trabajo y baje el gasto en pensiones. El psicólogo Onofre Nazos está especializado en patologías relacionadas con el tráfico rodado. Lleva años lidiando con el ‘síndrome del volante satánico’ que convierte a personas de natural apacibles y tranquilas en “auténticos monos aulladores” en cuanto manejan un vehículo de cierta envergadura. “Lo de los patineteros y ciclistas es una cosa más pasivo agresiva, muy en la línea del victimismo que tanto triunfa en nuestra sociedad”, explica apesadumbrado. Muchos de ellos, añade, están convencidos de que la Madre Tierra está de su lado porque no contaminan.

“Tras años intentando que respete pasos de cebra, aceras y demás zonas de prioridad peatonal la DGT ha tirado la toalla”, denuncia Luisa Patilla desde ASOPAPOS, Asociación de Paseantes Posibilistas. Le preocupa que cada vez más personas mayores con bastones y tacatacas estén planteándose la lucha armada como salida moralmente aceptable.

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