Donald Trump, se ha pronunciado con respecto a las protestas generalizadas que tuvieron lugar en varios puntos del país con motivo de las celebración de su cumpleaños. El presidente de EE.UU. ha admitido ante la nación que lo siente, que se ha equivocado y que no volverá a ocurrir. También se ha comprometido públicamente a que su próxima onomástica la celebrará con su familia y allegados en un McDonald’s. La promesa en firme de Trump trata de calmar el malestar generado por los fastos del cumpleaños, que desencadenó más de 2.000 movilizaciones en su contra bajo el lema ‘No Kings’. La decisión de Trump este pasado sabado de, acabado el desfile militar, conmemorar el aniversario de su nacimiento cenando en la cadena de hamburgueserías segundona de EE.UU., subsidiaria de Restaurant Brands International, un holding canadiense con sede en Toronto, ha sido considerada como una traición y millones de ciudadanos han cuestionado su patriotismo.

La gota que colma el vaso

La opinión pública norteamericana ha admitido que ver desfilar a 7.000 soldados disfrazados, 150 vehículos blindados, 50 aeronaves de combate y varias bandas militares mientras resuenan salvas de 21 cañonazos da hambre. Sin embargo considera un nuevo gesto de prepotencia y soberbia del presidente haber preferido el Whopper al Big Mac.

“Lo de imponer unos aranceles que van a desmantelar la economía nacional u ordenar la deportación masiva de migrantes, Guardia Nacional mediante… pues mira, chico, si no te aguantan una broma pues que se vayan del pueblo. Pero ya lo de cenar en un Burger King… Habiendo oferta en McNuggets ese fin de semana además… ¡No Kings, señor Trump! ¡No Kings!”, explica Pam Pimpum, manifestante que pide a Trump que se meta un edema de sirope de arce por el recto si tanto le gusta Canadá.

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