Fernando Simón ha informado en rueda de prensa de que los equipos designados por el Ministerio de Sanidad ya se encuentran acordonando el perímetro en torno a Cantora, la finca de 500 hectáreas propiedad de Isabel Pantoja. Según el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, se desconoce si el fenómeno es de naturaleza vírica o sobrenatural, pero “ahí hay un brote de algo que no es normal, pero fijo…”.

Escalada exponencial

“Primero Kiko Rivera rompe relaciones con su madre, después Chabelita entra en un episodio de ansiedad con brotes depresivos porque Isabel no le coge el teléfono y ahora Sylvia Pantoja arremete contra la tonadillera tras 36 años de silencio. Por mucho menos que eso se cerró Wuhan en enero”, informó vísiblemente alarmada Solange Locattil, asesora logística de la Secretaría General Técnica del Ministerio. Aunque los rastreadores no han arrojado luz sobre los movimientos de todos los miembros del clan Pantoja en torno a la finca, situada entre las localidades gaditanas de Medina Sidonia y Vejer, los expertos en control de focos no descartan que “la contención del brote se descontrole si no se procede a tiempo, con consecuencias imprevisibles para la población”. Desde el Gobierno se ha querido tranquilizar a los ciudadanos alegando que “las personas afectadas por el brote de Cantora parece que no se hablan entre sí, así que de momento se está manteniendo la distancia social y las limitaciones de aforo durante las reuniones familiares”.

Por otro lado, el Ministerio del Interior ha pedido disculpas por el “error tipográfico tonto” que le llevó a emitir, a través de INTERPOL, una orden de busca y captura para proceder a la detención y aislamiento en prisión del exjugador de fútbol Éric Cantona.

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