Investigadores y profesionales del ámbito sanitario, muy preocupados ante la relajación que pueda suscitar en la población la atenuación de las restricciones contra el Covid prevista para las navidades, ha presentado al Gobierno Vasco un plan de acción de varios puntos, que podría entrar en vigor durante la segunda quincena de diciembre.

Con el alma en vilo

«Lo importante es que la gente no se relaje, que permanezca alerta todo el tiempo, porque la muerte camina entre nosotros y eso no hay carbonero, ni rey mago, ni señor con barba que lo remedie. Así que ya hemos hablado con el Consorcio de Aguas de Bilbao para proceder al vertido de cien toneladas de cafeína soluble y anfetamina efervescente en la red de abastecimiento», explica con detalle Ziortza Muskina, responsable del departamento de Implementaciones Creativas de la Consejería de Salud, que confía en hacer extensiva la operación a Donostia, Gasteiz y todos los grandes núcleos urbanos de la Comunidad. Equipos de voluntarios se encargarán de ejecutar el resto de actuaciones previstas en el plan, como «acercarse a la gente en silencio por la espalda y que les griten en la oreja, apostarse en las esquinas para poner la zancadilla a los transeúntes cuando estén desprevenidos o tocar aleatoriamente en todos los porteros automáticos para sembrar el caos en comunidades vecinos», explica Muskina, mientras manipula las alarmas del móvil de varios compañeros de trabajo.

Las ambulancias de todo Euskadi ya han sido aprovisionadas con el doble de desfibriladores y el cuádruple de dosis de sintrom para tratar infartos.

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