El gato de Schrödinger ha comenzado a leer las glosas de Santa Teresa de Jesús para tratar de sobrellevar su zozobra existencial. Así lo han confirmado responsables de la Biblioteca del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. El felino, que ha solicitado un permiso de investigación para acceder al manuscrito original, acude cada mañana al Real Sitio para interiorizar el poema Vivo sin vivir en mí de la religiosa abulense. El gato, que atraviesa una crisis de ansiedad al no poder confirmar si esta vivo o muerto, lleva meses en tratamiento de ansiolíticos sin que su angustia vital haya remitido y alberga la esperanza de que los textos de la santa le ayuden a sobrellevar la situación, así como a superar su fobia a los espacios cerrados.

Muere porque no muere

Aunque el experimento de Schrödinger, consistente en introducir al gato en una caja junto a un matraz de veneno y un dispositivo con una partícula radiactiva que liberará el tóxico si se detecta radiación, es hipotético, el felino no es capaz de pensar en otra cosa. “Tampoco ayuda que todo el mundo saque a relucir al puto gato de Schrödinger cada vez que alguien quiere ir de guay y hacer chistes facilones en plan ‘No sé si al final me llegará esta tarde lo de Amazon, es el pedido de Schrödinger’ y mierdas de esas”, explica Rodolfo Yamigo, físico teórico y votante de PACMA.

Especialistas en veterinaria creen que la crisis que atraviesa el gato podría solucionarse con un cambio en el tratamiento de psicofármacos pero que lo de leer a Santa Teresa le está generando unas expectativas poco realistas. “El gato de Schrödinger ha desarrollado tolerancia a las benzodiacepinas, pero lo que se metía esa señora no lo venden en farmacias. A ver cómo se lo decimos ahora…”, comenta uno de los conserjes de El Escorial.

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