Txarriboda News 1386 (22-05-2025)
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Sociólogos y filósofos deconstructivistas están de acuerdo en rebajar los estándares de legado personal para que la ciudadanía no se frustre. Consideran que la pretensión de ‘plantar un árbol, escribir un libro y tener un hijo’ antes de morir para realizarse como persona sólo sirve para perpetuar el autoengaño de gente “demasiado optimista o demasiado gilipollas como para darse cuenta”. El nuevo estándar de aspiración vital se resumirá en la máxima ‘plantar maría, grabar un podcast y visitar a tu sobrino’ al menos una vez en la vida. Pero que si no se puede tampoco pasa nada. No vayamos a tener un episodio de ansiedad. Y a ver si por querer abarcar mucho nos terminamos agobiando. Con lo mal que se pasa. Cada uno hasta donde llega El colectivo de intelectuales humanistas y antropólogos sociales ha manifestado su apoyo a alentar una reducción de las expectativas y ha hecho hincapié en que el nuevo lema vital debe tomarse con calma. “A ver, que lo de plantar maría entendemos que es un coñazo. Que si la lámpara de rayos UVA, que si el pulgón, que si podar los machos… Si se compra tampoco es el fin del mundo”, puntualiza Pierre Gulero, ensayista postexistencialista. Tampoco se pide ser muy exigente con lo de grabar un podcast. “Y menos ahora que el Skype se ha ido a la mierda. Publicar dos programas en tres años con una audiencia acumulada de siete personas ya está bastante bien, no nos vengamos arriba. Y ni editar ni pollas…”, apostilla Pepa Visosa, socióloga crítica estructuralista. La meta que ha generado más controversia es la de visitar a tu sobrino de vez en cuando. “Si no se dispone de uno, valen los hijos de tus amigos. Pero un rato corto, que los niños saturan y está mal visto que los invites a cañas. No hablemos ya a porros…”, matiza Gulero. © elkarma.eus |
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