La Policía Nacional ha detenido esta mañana a un hombre de 34 años acusado de asaltar a punta de bolígrafo a transeúntes en las inmediaciones de la calle Gran Vía, en pleno centro de Madrid. El sujeto, obsesionado con la sección de Pasatiempos de los periódicos, los cuadernos de Cábala y el programa Horizonte, abordaba a sus víctimas, todas personas con pecas, y se dedicaba a unir los puntos con un Bic cristal azul, actualmente decomisado y en dependencias policiales. El hombre comunicó a los agentes que las personas con pecas ocultan mensajes secretos y que sólo si finalizaba el trazado con el bolígrafo podría descubrirlo. El detenido rogó que le permitiesen continuar con su labor porque le mataba la curiosidad y de momento sólo había logrado descubrir dos jirafas, un violín, un geranio, un pulpo y la Sagrada Familia, pero ningún mensaje.

No le tembló el pulso

El operativo policial se desencadenó tras un aviso ciudadano que permitió localizar al sospechoso en la Plaza de Callao. Agentes de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana hablaron con el denunciante, que olía a alcohol porque había tratado de quitarse la tinta de bolígrafo con un algodón, lo que hizo que no le tomaran demasiado en serio. “Nos viene un tipo apestando a garrafón, con el dibujo medio corrido de lo que a todas luces parecía una polla en la frente, y claro, tú primera reacción es pegarle. Pero luego nos dimos cuenta de que era alcohol de heridas, decidimos escucharle y ya bien”, declara uno de los policías que detuvieron al señor del bolígrafo.

El asaltante fue reducido por las fuerzas de seguridad cuando se aproximaba a un grupo de turistas irlandesas vestidas con ropa de verano, por lo que de no haberse dado una intervención tan rápida el asunto podía haber acabado en tragedia.

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