La activista ludita Sarah Connor ha comunicado en sus redes sociales, Tuenti y MySpace, que a partir de ahora volverá a escuchar música descargada de eMule en su reproductor de MP3. Tan repentina decisión obedece a la cancelación de su cuenta de Spotify tras la noticia de que el CEO y fundador de la plataforma de música en streaming ha optado por invertir 700 millones de euros en una empresa especializada en tecnología militar basada en inteligencia artificial. La madre soltera ha comentado en foros de survivalistas y defensores de las teorías de la conspìración que hay algo que le hace desconfiar de Spotify aunque todavía no termina de tener claro qué es. “Maquinas militares. Inteligencia artificial. Algoritmos que determinan tu lista semanal de descubrimientos musicales… No sé, no sé. Hay algo ahí que me escama, pero no acabo de dar con la tecla”, explica Connor dubitativa.

Algo hay…

Aunque Sarah Connor estaba suscrita a un plan familiar junto con su hijo John y varios amigos, que le permitía disfrutar de Spotify sin anuncios, ha querido quemar las naves y volver a bajarse archivos de música piratas del eMule “de donde nunca debí marcharme”. La mujer, conocida por vandalizar tiendas de venta de la Thermomix y organizar protestas frente a supermercados con cajas de autopago, afirma que ha recibido varias llamadas de androides T-800 del servicio de atención al cliente de Spotify para preguntarle cuál ha sido el motivo de la cancelación de su suscripción y si estaría dispuesta a regresar a la plataforma si le mejoran la tarifa.

La empresa armentística Helsing, ahora participada por el CEO de Spotify, ha dejado claro su compromiso con la Convención de Ginebra y asegura que bajo ningún concepto sus drones militares que bombardeen a población civil lo harán mientras reproducen listas de reguetón.

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