El Ministerio de Trabajo ultima una reforma radical del régimen del trabajador autónomo. Los trabajadores por cuenta propia podrán tomarse un ’año selvático’ equivalente al año sabático del que ya pueden disfrutar los asalariados. La abogada Inés Clavista recuerda que el año sabático se lo pueden tomar para actividades personales, de formación o de desarrollo profesional. “A la vuelta les aguarda, se supone, su amado puesto de trabajo”, explica. Durante su excedencia los autónomos podrán elegir sobrevivir en selvas americanas, africanas o asiáticas armados con un lápiz USB y el derecho a hacer una llamada trimestral a su asesor fiscal. A la vuelta podrán empezar desde cero porque sus clientes habrán desaparecido.

Me pido primer

Según el proyecto arduamente redactado a lo largo de este verano a base de chupitos y cigarritos con tropezones por un equipo multidisciplinar de la consultora Singer & Mornings, la Seguridad Social se hará cargo del billete de ida y la eventual repatriación del cadáver del autónomo. “Si sobreviven volverán por su cuenta a nado, ¿que no?”, advierte Charles Darth Win, coordinador del estudio de campo. Los gastos de manutención del “sujeto”, así se le denomina, durante el año selvático correrán por cuenta de patrocinadores privados. “La colaboración público privada puede lograr cosas chulísimas”, ha comentado la ministra Yolanda Díaz. No obstante, no ha querido desvelar cuáles serían esos mecenas porque las negociaciones están todavía abiertas.

El analista Joseba Lances cree que Gueilan Yutani estaría entre ellas. Propietaria de varias franquicias en los barrios más violentos de los Estados Unidos, fue fundada por un cazador de cabezas dayak y un ex seminarista gallego en 1946. “Están interesados en seleccionar una nueva raza de gerentes”, susurra excitado.

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