El parque temático de criaturas desextinguidas Precambric Park no ha cumplido con las expectativas de afluencia de público en su fin de semana inaugural. A pesar de la inversión millonaria, pocas familias se han acercado a las instalaciones para contemplar a manadas de organismos pluricelulares de cuerpo blando sin esqueleto óseo. Los responsables de InGen, la empresa responsable de obtener el ADN de restos fósiles, no entienden que la pasión por lo vintage no haya atraído a más público. La decisión de crear un parque con seres vivos de la Era Proterozoica, de hace 600 millones de años, había buscado diferenciarse de otras ofertas culturales, como los parques de atracciones centrados en el Jurásico, ya que los estudios demoscópicos habían demostrado que la moda de los dinosaurios era cosa del pasado.

Mucha paleontología, poca diversión

Pocos matrimonios con hijos, parejas en luna de miel o excursiones organizadas de jubilados se dejaron caer por Precambric Park el pasado viernes por la tarde, y el aforo tampoco llegó a completarse el sábado ni el domingo. “A ver, que curioso es. No digo que no. Pero qué quieren que les diga. Ver un organismo ovalado con estructura segmentada, de cuerpo plano y con movilidad limitada flotando en un tanque de agua, pues como que no es muy emocionante. Esperen un momento… que parece que va a a hacer algo… Ah, pues no. Sigue flotando sin más”, comenta un turista visiblemente decepcionado.

Según se ha filtrado desde el departamento encargado de leer las notas del buzón de sugerencias y las hojas de reclamaciones, más del 43% de los visitantes ha echado de menos la sensación de que un mínimo fallo en la seguridad pudiera provocar una masacre si se escapaban los bichos prehistóricos y que al final el aburrimiento ha sido peor que ser desmembrado por un trilobite sediento de sangre.

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