Las maniobras Zapad-2025 del ruso Putin y el bielorruso Lukashenko y la reciente incursión de drones sobre Polonia acrecientan el optimismo de los promotores inmobiliarios europeos. Cada vez más proyectos incluyen habitaciones del pánico y refugios nucleares con nombres como ‘cuarto de invitados’ y ‘txoko multiusos’. Yendo más allá, la consultora Half, Full & Bottle, cree que una escalada bélica en Europa podría resolver “radicalmente” el problema de la vivienda en el viejo continente. Tendría que encontrarse eso sí, afina el analista Vicente Rorista, el equilibrio entre el uso de bombas nucleares tácticas que explanen terreno y grandes cantidades de seres humanos pasando por la picadora como en 1914-1918.

Dron de gentes

Algunos inversores polacos ya apuestan en base a las futuras fronteras de su país al finalizar una guerra entre Rusia y la OTAN. Haber sido campo de batalla entre rusos y alemanes a lo largo de los siglos avala la fiabilidad de sus cálculos. “En 1945 se supone que ganamos y nos movieron la frontera hacia el Oeste 200 kilómetros”, susurra el promotor Mateusz Rossejzkitz guiñando un ojo. Acaba de comprar terrenos en el burgalés valle de Mena por si vuelven a salir triunfantes. El destino del escenario más probable del conflicto no le preocupa demasiado. “¿Radiación? Chernobil está hecho un vergel. Qué pena que haya que desminarlo por la guerra esta de ahora. Para esas cosas siempre harán falta inmigrantes”, admite Rossejzkitz.

El economista Guzmán Dril señala que desde los tiempos de la Peste Negra, que entre 1347 y 1351 eliminó a la mitad de la población europea provocando a continuación un crecimiento económico desconocido hasta la fecha, el continente no se enfrenta a un escenario tan prometedor. “A ver si no lo echan a perder”, murmura preocupado.

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