Vladímir Putin ha solicitado formalmente a la Unión Europea de Radiodifusión (UER) que permita a Rusia regresar a Eurovisión en su edición del próximo año para poder hacer boicot a Israel. El presidente ruso ha cursado la petición a través de Channel One Russia y Russia-1, las dos emisoras públicas que gestionaban la participación del país en el festival antes del veto, mediante una carta personal encabezada por la frase “Забыть обиды” (“Pelillos a la mar”). Putin promete que su intención es la de crear la menor incomodidad posible a los responsables de Eurovisión, ya que pretende retirarse tan pronto como le den luz verde a su participación, para protestar así enérgicamente contra Israel si se presenta. El líder de la Federación de Rusia asegura que se trataría de un mero gesto solidario contra el genocidio en Gaza porque, en lo personal, considera que Eurovisión es “un nido de maricones” y que habría que fusilarlos a todos.

Un sí es no es

Tras la decisión de Eslovenia, Irlanda, Países Bajos y España de no participar en Eurovisión en 2026 si lo hace Israel, la UER se encontraría sopesando la propuesta de Rusia ante la promesa de que se trataría sólo de un “paripé para quedar bien”, algo que, en palabras de su Director General, Noel Curran, “es muy europeo, y nos lleva a pensar que igual no todo está perdido con Rusia y que sus devaneos con chinos y norcoreanos son sólo un calentón de verano pero después de cuatro postales guarras ya van a ir perdiendo el contacto”.

Putin ha añadido que lo cortés no quita lo valiente y que, en cualquier caso, ya están eligiendo al artista que representará a Rusia para luego no ir. “Estamos entre Svetlana Amayova, una chechena que canta descalza, y Rudolf Chikilicuatrev, que tocaría una balalaica de juguete. Ya iremos viendo”, concluye.

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