El Gobierno de España ha confirmado su intención de enviar un cuerpo de inauguradores de rotondas a la Franja de Gaza. Estará integrado por ex concejales de urbanismo y otros ex cargos públicos con experiencia en ladrillo, cazo y burbujas. El Batallón Paco el Pocero, nombrado así en honor del Francisco Hernando Contreras, empresario mítico dedicado a la construcción de edificios y grandes urbanizaciones, se desplegará durante las fotos protocolarias en las rotondas que inevitablemente botarán durante la reconstrucción del territorio palestino. “Se prevé el despliegue de 1.200 personas para que cada rotonda cuente con al menos 400 ‘poceros’ por foto”, explica el general de brigada Armando Volquetes.

Buena gente

Según el corresponsal en Jerusalén Macías Cagar, una conversación entre el presidente español Pedro Sánchez y el finlandés Alexander Stubb ha “allanado el camino” para la operación, si es que esa expresión se puede utilizar al referirse a cualquier cosa referida a Gaza. Los costes del despliegue computarán como aportación al presupuesto de defensa y Donald Trump ha dado el visto bueno. “Creo que en el fondo los españoles son buena gente, una gente magnífica, que quiere gastar más en defensa y a la que no le importaría ver desaparecer un puñado de imbéciles por un ataque erróneo israelí”, ha comentado el presidente estadounidense. Trump se ha comprometido a bautizar una rotonda como Enchilada de la Paz en honor a la aportación española.

El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu ha pedido que los españoles “al menos” tengan al día su carta de vacunas, “especialmente la antirrábica”. Se refiere el premier hebreo al caso de la activista de la flotilla Reyes Rigo que acaba de llegar a un acuerdo con la Fiscalía de Israel para volver a España tras morder a una funcionaria.

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