Un informe de la Federación de Usuarios de Terapias Alternativas (FUSTA) sostiene que reintroducir los castigos físicos en los centros de enseñanza reduciría el bullying significativamente. Entre las medidas que propone la FUSTA se encuentran la celebración de la Semana de la Hostia a Tiempo, Jornadas de Manos Abiertas, electrificación de dispositivos móviles y la involucración de los progenitores de los abusadores en la solución del problema. “No hablamos de dar carta blanca a los docentes para agredir al alumnado sino de un uso pedagógico de la violencia física”, advierte el psicólogo conductista Tirso Papos que ha coordinado la realización del documento.

Toma protocolo

La Semana de la Hostia a Tiempo inmunizará penalmente a cualquier docente si sacude un golpe no letal al abusador principal de cada grupo. “Nos consta que muchos profesores están deseando algo así desde que eran niños”, subraya Mariví Olencias, presidenta de la FUSTA y autora del best seller Tortura para Tímidos. En la Jornada de Manos Abiertas los alumnos podrán formar hileras, supervisadas por un adulto y abofetear, azotar o pescozonear a los abusones al salir de clase. Para combatir del ciberbullying, los centros podrán hackear los móviles de los acosadores para electrocutarles si envían amenazas. “Esto lo tenemos que cerrar con las operadoras telefónicas pero nos consta que el Mossad israelí ha hecho cosas chulas con Hezbolá en el Líbano”, recuerda Tirso Papos.

En cuanto a los padres de los abusadores, recuerda Mariví Olencias, podrán ser agredidos delante de su hijo o hija por parte de otros padres. Así, según Olencias, estos niños comprenderán que, si siguen haciendo la vida imposible a otros niños, la orfandad es una posibilidad en sus vidas.

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