El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, consejerías autonómicas y ayuntamientos han anunciado la creación de cursillos públicos gratuitos para formar en la toma de las uvas de Nochevieja. Los talleres estarán a cargo de tragasables, actrices de cine para adultos y actores de porno gay que enseñarán técnicas de relajación del esófago para facilitar el tránsito de las doce piezas de fruta que deben deglutirse a gran velocidad al final del banquete de fin de año. Los cursos, subvencionados por el Fondo Social Europeo Plus (FSE+), pretenden reducir el número anual de decesos por asfixia, que se dispara la noche del 31 de diciembre, así como evitar escenas embarazosas de familiares vomitando parte de la cena como consecuencia de la obstrucción respiratoria.

Hasta la campanilla

Otorrinolaringólogos y médicos de urgencias han celebrado la decisión institucional de formar a la ciudadanía en técnicas para una ingesta responsable “no sólo por razones sanitarias sino porque así se evitará que tanto monologuista explote el cliché de las putas uvas de Nochevieja”. Los tragasables e intérpretes profesionales de producciones pornográficas impartirán módulos sobre higiene postural, control de la respiración nasal, relajación del reflejo faríngeo, control del ritmo y gestión de la salivación para facilitar el efecto lubricante. Los talleres incluirán prácticas controladas con uva moscatel, de pequeño tamaño, para ir poco a poco aumentando la dificultad.

Aunque la iniciativa ha sido celebrada por la mayor parte de la población, que vive con inquietud ese momento del año en que se juega la vida tratando de invocar a la buena suerte futura poniendo en riesgo su integridad física, algunas personas no han podido ocultar su decepción por haber aprendido la maniobra Heimlich para nada.

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