La Dirección General de Energía de la Comisión Europea ha comunicado que el auge de la ultraderecha en todo el continente contribuye a contrarrestar la pobreza energética. Según su comisaria, la estonia Kadri Simson, del fascismo sólo se cuenta lo malo y se obvia su capacidad para contrarrestar el encarecimiento de la calefacción en países como Alemania con la aplicación de palizas a personas desfavorecidas “gracias a las cuales se van a casa calientes”. Las agresiones físicas por parte de simpatizantes de Alternativa para Alemania (AfD) a inmigrantes, personas sin hogar y otros ciudadanos que habitualmente tienen dificultades para pagar la factura de la calefacción, que ha subido un 82% desde 2021 como consecuencia de la guerra de Ucrania, ayudan a que estas personas con pocos recursos no sientan el frío. “Bien por la inflamación de los golpes o porque en los hospitales hay calefacción central”, matiza Simson.

A mandar

Grupos fascistas de toda Europa han agradecido a la Comisión que se les reconozca el mérito y aseguran que, aunque lo hacen encantados, “siempre gusta que te digan esas cosas”. Militantes de extrema derecha, escuadristas e integrantes de grupos neonazis admiten que lo de contribuir a paliar la pobreza energética es algo que llevan a cabo sin ánimo de lucro y por pura voluntad de servicio. “Cuando golpeas con un bate de béisbol las piernas de un inmigrante en Magdeburg, o apaleas en el suelo a un indigente en un cajero automático en Kreuzberg no te planteas que las fracturas óseas provocan fiebre, elevando la temperatura corporal. Actúas y ya está. Pero oye, todo sea por ayudar”, explica un votante de AfD.

Alexéi Borísovich Miller, Presidente del Comité de Dirección de Gazprom, ha declarado que, sabiendo todo eso, se queda más tranquilo.

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