Agrupaciones de aficionados y miembros de foros de Reddit relacionados con los masajes sensoriales han mostrado su decepción con Disney. Afirman que la compañía del ratón lleva décadas generando falsas espectativas y que sus famosos “finales felices”, marca de la casa, no dan lo que prometen. Muchas de estas personas descontentas consideran que la educación en valores que The Walt Disney Company afirma destilar en sus películas está muy bien “si te van esas cosas” pero que prometer que sus películas, series y otros contenidos de entretenimiento ofrecen un final feliz es falaz y genera desencanto, frustración y un poco de rabia. Apuntan que, por ejemplo, los espectadores que acudieron a ver en salas Elio, la última producción de Pixar, empresa subsidiaria de Disney, no recibieron ningún servicio al final de la película procurado por señoritas o caballeros con aceites aromáticos ni geles lubricantes “a pesar de que muchos espectadores llevaban un buen rato con los pantalones por los tobillos”.

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Según estos ciudadanos defraudados por los finales felices de Disney, la política fraudulenta del gigante del entretenimiento viene de atrás y muchas asociaciones de fans de los masajes eróticos se plantean demandar a la compañía por publicidad engañosa.

“El otro día fui a un reestreno de Blancanieves y los Siete Enanitos. Ya me pareció raro que la sala estuviera llena de niños. No me parecía apropiado, pero sus padres sabrán. La cosa prometía porque ver a una joven rodeada de señores acondroplásicos es muy mi rollo. Pero acabó la película y nada de nada. Ni un roce del acomodador, siquiera. Al final me tuve que autogestionar yo solo el final feliz. La gente me miraba raro. Ya lo que me faltaba…”, explica un consumidor muy desilusionado por las falsas esperanzas generadas por Disney.

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