Varios equipos de inmunólogos de todo el mundo han mostrado su preocupación al encontrar serias dificultades, de un tiempo a esta parte, para localizar retrovirus. El motivo sería que este tipo de virus con genoma de ARN monocatenario han comenzado a mutar rápidamente y ya no llevan ni camisetas de Los Goonies, ni chapas de Alf, ni reivindican el cine quinqui, ni nada que permita identificarles con facilidad.

El futuro en peligro

A pesar de que durante los últimos veinte años los retrovirus han presentado una nomenclatura y un comportamiento que les hacía fácilmente reconocibles, la situación ha comenzado a cambiar para consternación de epidemiólogos, virólogos y asiduos a Todocolección. “Antes era muy fácil. Ni siquiera tenías que detectar la enzima transciptasa inversa o consultar la Clasificación de Baltimore. Bastaba con saber si tenían un podcast sobre películas del videoclub o salas recreativas con máquinas de arcade. Pero los retrovirus han mutado y nos está resultando muy difícil distinguir los nuevos patrones que siguen”, advierte Pamela Ancolía, especialista en vectorización de agentes patógenos por terapia génica y fan del Mecano “de la primera época”.

Algunos investigadores albergan esperanzas en que las nuevas variantes de los retrovirus no tarden en mostrar pautas comunes de manera sistemática y masiva. “Ya se han encontrado algunas cepas aisladas que llevan pantalones vaqueros anchos rotos de tiro bajo y camisas de leñador. Otras combinan camiseta debajo del vestido con pantalones pirata. Pero son tendencias que no terminan de imponerse”, continúa Ancolía y añade que Cortocircuito 2 está infravalorada.

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