El partido benéfico celebrado entre vecinos de la urbanización Los Robles, en Alcobendas, ha ofrecido a los aficionados pocos momentos de fútbol de calidad a pesar de la buena voluntad puesta tanto por los jugadores del equipo de fumadores como por el de afectados de covid persistente. El encuentro, ha terminado en empate a cero antes de que finalizara la primera parte y tras agotarse todos los cambios de jugadores que permite el reglamento.

Contra todo pronóstico

La iniciativa, que pretendía recaudar fondos para los multimillonarios pobres de Qatar, ha enfrentado en el terreno de juego a vecinos fumadores de tres paquetes al día y a aquejados de covid persistente para celebrar “la fiesta del fútbol”. “Queríamos demostrar que el deporte es capaz de hermanar, en este mundo asolado por pandemias, guerras, corrupción institucional y ediciones de Sálvame”, ha comunicado el encargado de limpiar la piscina de la urbanización y miembro de la comisión de fiestas del barrio. Aunque el entusiasmo de los participantes era evidente, el juego ha dado pocos momentos de brillo. La primera oportunidad de gol llegó de la mano del delantero estrella del equipo de la covid persistente, cuando en pleno lanzamiento de un córner remató de cabeza a la portería pero por culpa de un ataque de tos seca golpeó contra el poste y rebotó en el portero, que tuvo que ser sacado del campo al sufrir un infarto agravado por el enfisema pulmonar.

El resto del encuentro transcurrió entre ataques de asma, calambres, febrículas, dolores abdominales, parálisis faciales, urticarias, vértigos en el momento de rematar el único penalty, presión torácica y dos trombos, lo que acabó desluciendo el partido.

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