El Gobierno ha decidido por decreto, y con la connivencia de todas las fuerzas políticas, derogar la Ley de Costas. La decisión obedece al “comportamiento irresponsable” demostrado por la ciudadanía, que ha abarrotado las playas, sin mantener la distancia social ni respetar las medidas de seguridad, durante todo el verano. La desaparición de la Ley permitirá asfaltar calas, caletas y arenales como “medida disuasoria”.

En primera línea

La abolición de la Ley 22/1988, que regulaba la determinación, protección, utilización y policía del dominio público marítimo-terrestre, especialmente de la ribera marítima, evitará “las aglomeraciones de bañistas sin mascarilla ni vergüenza”, explica Arantza Flan, epidemióloga y tasadora de parcelas para el Ministerio de Sanidad, “porque, claro, si en vez de playa te encuentras un parking o un hotel brutalista parece como que apetece menos saltarse las medidas sanitarias, ¿verdad?”. La iniciativa del Gobierno ha estado en todo momento asesorada por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias y por el think tank formado por Fomento de Construcciones y Contratas y el Grupo ACS, como consultores independientes.

La derogación no se hará efectiva hasta que no aparezca publicada en el B.O.E. aunque ya se han desplegado excavadoras y alquitranadoras por todo el literal, que esperan con el motor en marcha.

© elkarma.eus