Una mujer de mediana edad de Esparragosa de la Serena, Badajoz, que se resbaló en el baño ayer martes por la mañana, coincidiendo con la caída de WhatsApp a nivel mundial, con resultado de fractura de pelvis y varios traumatismos articulares, ha denunciado que su accidente no haya trascendido el ámbito personal y familiar mientras que el incidente de la plataforma de mensajería ha copado titulares de medios de comunicación, artículos de publicaciones online sobre nuevas tecnologías y cientos de miles de tuits y posts en redes sociales de usuarios de todo el globo.

Horas de angustia

La señora cree que se trata de un agravio comparativo muy injusto, teniendo en cuenta que las consecuencias de las dos caídas no son comparables y considera indignante que la suya no haya obtenido ni siquiera unas líneas en la sección de Medicina y Salud de Xataca cuando la de WhatsApp aparecía en contenidos destacados de la portada. “Que vale, que bien, que millones de personas de todo el planeta se han quedado sin poder mandar el meme ese del perro cachas y el otro perro esmirriado a sus grupos. Una tragedia. Pero me van ustedes a contar quién va ahora a recoger a la niña cuando salga de taekwondo, con la escayola esta que me han puesto, que llevo más tornillos que el andamio que han levantado para reparar la fachada de casa”, explica la mujer.

La familia de la accidentada califica de “gesto muy muy feo” que ni Meta ni Mark Zuckerberg se hayan dirigido a la señora pacense para intercambiar mensajes de aliento y compartir su sufrimiento. “Ni siquiera Will Cathcart nos ha enviado una postal, que nadie sabe quién es pero a nosotros nos hubiese hecho ilusión igual”, comenta el marido de la infortunada.

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