Una banda organizada de roedores miomorfos ha confesado que, como afirmaba la policía de la ciudad india de Mathura, fueron ellos quienes se comieron los 580 kilos de marihuana que desaparecieron en comisaría y que no debe recaer ninguna sospecha de corrupción en los agentes implicados. Las ratas presentaban, en el momento de la declaración, hetamomas por todo el cuerpo y una ligera cojera al andar “porque nos caímos por las escaleras cuando estos señores tan educados y para nada violentos nos invitaron amablemente a que nos acercásemos a las dependencias policiales”.

Misterio resuelto

La policía de Mathura ha manifestado a través de un comunicado de prensa que se encuentra muy satisfecha porque la confesión de las ratas aleja cualquier recelo que la judicatura pudiera tener en el buen hacer, la honradez y la seriedad con que las fuerzas de seguridad del estado, concretamente el de Uttar Pradesh, gestionan la cadena de custodia en casos de narcotráfico. Los roedores se han mostrado muy colaboradores y afirman que no les importa atribuirse la autoría de cualquier otro delito grave que a la policía le pudiera venir bien, pero que por favor dejen de pegarles con el bastón de bambú. Los agentes a los que se solicitó el informe de la droga incautada también han celebrado, con los ojos enrojecidos y una caja grande de oreos en la mano, la confesión de las ratas y han justificado que “ahorrando un poquito y quitándose de caprichos” habían podido permitirse adquirir los Maseratis aparcados en la puerta de la comisaría.

El gobierno indio ha prometido crear un plan de centros de terapia para ratas que comen cannabis, que se unirán a los ya existentes para perros que se comen los deberes.

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