La persona encargada de escribir con el dedo “Lávame cerdo” en la luna de todos los coches de la península ibérica, Baleares y Canarias, ha dado por inaugurada la temporada de calima en un discreto acto oficial en el que ha aprovechado para pedir a la ciudadanía que no se impaciente, que sea comprensiva y que entienda que el parque móvil es extenso y escribir su frase en el polvo en suspensión sedimentado sobre los cristales y la chapa de cada vehículo requiere tiempo, planificación y dedicación.

Caligrafía exquisita

Aunque los servicios meteorológicos estiman que la calima no alcanzará los niveles de partículas por centímetro cuadrado de 2022, el responsable de dejar surco con el texto “Lávame cerdo” sobre los restos de ceniza, arcilla o arena en la superficie de los coches vaticina que el grosor del polvo será “más que suficiente para que el texto se lea con nitidez, por lo que no hay que temer a que el mensaje pueda borrarse por el viento antes de que el propietario del vehículo aparcado lo vea”. Ante la polémica suscitada acerca de si un único individuo que pone “Lávame cerdo” en los vehículos es suficiente o si la administración debería contratar a más personal, el encargado de rubricar los vehículos ha preferido no pronunciarse. Tampoco ha querido significarse sobre si sus competencias deberían ser transferidas a las comunidades autónomas que lo solicitasen para poder escribir “Lávame cerdo” en las diferentes lenguas cooficiales del Estado.

El responsable de escribir “Lávame cerdo” ha alertado contra la piratería y ha informado de que textos como “No lo laves, siembra patatas” u “Ojalá mi novio fuera tan guarro como tu coche” no están homologados y no son oficiales.

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