Un hombre de 78 años, residente en Calatayud, la ha emprendido a martillazos y golpes de azadón con papeleras, cajeros automáticos, la luna del Centro Comarcal de la Seguridad Social y el mostrador de un centro de salud cuando, tras pasarse cuatro días intentando sintonizar los canales de su televisor, le han remitido a entrar en la web de la Administración con su certificado digital para consultar su historial clínico. La persona mayor, que no tiene nietos, ni sobrinos, ni vecinos con hijos espabilados, ha entrado en un episodio de depresión, seguido de un cuadro de melancolía, para terminar saliendo a la calle y emprenderla a garrotazos con el mobiliario urbano.

Un día de furia

El ciudadano de la tercera edad ha declarado en momentos de lucidez, entre patada a contenedor y pedrada a farola, que para brecha digital la que le iba a abrir en la cabeza a la próxima persona que le dijese que la tecnología permite el ahorro de dinero y tiempo, y una relación con la Administración más segura y ágil. “La 1 en el 1, La 2 en el 2, Antena 3 en el 3, la Cuatro en el 4, Telecinco en el 5…”, musitaba como un mantra el hombre que ha dedicado jueves, viernes, sábado y domingo a sintonizar los canales del televisor que le tocó en la rifa de la charcutería las pasadas Navidades para ahora verse incapaz de entender “qué cojones es eso del Certificado Digital y por qué no puedo hacer la gestión tranquilamente por teléfono como he venido haciendo toda la puta vida”.

Aunque hacia finales de la tarde de ayer el hombre recuperó la calma y se fue a casa a cenar, personas cercanas temen que pueda desempolvar su vieja escopeta de caza en cuanto se ponga a mirar los requisitos para hacer la declaración de la renta.

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