Hollywood ha aprendido de sus errores pasados y ya hace tiempo que no produce tantos biopics bigger than life en los que se retrata toda la vida del personaje en cuestión. Bastante sufrieron ya las farmacias de los Estados Unidos en 1982 cuando con el estreno de Gandhi sufrieron desabastecimiento de anfetaminas para que el espectador permaneciera despierto. Por eso muchas de las hagiografías actuales se centran en un momento concreto del devenir de la persona biografiada. En Hitchcock se cuenta el proceso de rodaje de Psicosis. En Trumbo la caza de brujas a que sometieron a una celebridad consagrada. Quien quiera conocer la vida entera de estos individuos que se lea un libro, que sólo duele al principio.
Celuloide y alcoholismo social
Mank, la nueva de Fincher, nos narra dos momentos, la etapa de juventud del guionista y director Herman J. Mankiewicz, con personajes de vodevil como Louis B. Mayer o David O. Selznick (si no sabes quiénes son haber estudiado) y la etapa de palpar la gloria, en la que Orson Welles le encierra en una mazmorra sadomaso para escribir Ciudadano Kane. (Más…) |