Psico: Denegación
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La denegación patológica compulsiva es un trastorno del comportamiento social que consiste en la negación como respuesta única del individuo ante cualquier pregunta, consulta o solicitud a la que es sometido por parte de su entorno. El número de personas afectadas por esta disfunción conductual es incierto, ya que deniegan contestar a cualquier tipo de cuestionario y a ser contados. “Los denegacionistas quieren dejarse de problemas”, manifiesta el psiquiatra argentino Tomás Mier Daza. “Si siempre decís que no, nunca os van a endosar un mal quilombo… un marrón, vamos, como dicen ustedes”.Daza puntualiza y establece que la persona afectada por este denegacionismo patológico manifiesta a menudo una forma de actuar precipitada y nerviosa, que atenta contra sus propios intereses. “Estos tipos nunca terminan de escuchar la pregunta que les hacen antes de decir el ‘NO’. Por lo que no se comprometen a nada pero pierden con frecuencia la oportunidad de que aceptar herencias o confirmar que son portadores de billetes premiados de la lotería”. El denegacionismo, como el asperger o los sabañones, tiene diferentes grados, que van desde el “Fatalismo”, en el que todo es imposible y no merece la pena intentar nada (algunos aquejados no se han duchado desde las Olimpiadas de Barcelona porque alegan que la mugre vuelve a salir en breve y mantenerse limpio es fútil) hasta los cuadros conocidos como “Optimismo pesimista condicionado” o del “Sí pero no”. Quienes padecen este último trastorno ni siquiera se comprometen con un “NO” rotundo y pivotan entre la indecisión y el posibilismo. Muchos expertos aconsejan terapias con bolas de pinchos y garrotas de cedro. Dra. Luisa Bergara © elkarma.eus |
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La denegación patológica compulsiva es un trastorno del comportamiento social que consiste en la negación como respuesta única del individuo ante cualquier pregunta, consulta o solicitud a la que es sometido por parte de su entorno. El número de personas afectadas por esta disfunción conductual es incierto, ya que deniegan contestar a cualquier tipo de cuestionario y a ser contados. “Los denegacionistas quieren dejarse de problemas”, manifiesta el psiquiatra argentino Tomás Mier Daza. “Si siempre decís que no, nunca os van a endosar un mal quilombo… un marrón, vamos, como dicen ustedes”.
