Mens Insana: Fuenteovejuna
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| El otro día fui a un supermercado de una conocida cadena, y vi voluntarios recogiendo comida para el Banco de Alimentos. Lo primero que pensé, antes de contar el dinero del que disponía, fue que debía ayudar. Creí que era mi obligación formar parte de aquello. Llegué a casa y recibí el telefonazo de una amiga. Le comenté así, de pasada, lo del Banco de Alimentos. De súbito obtuve una visión aguda completamente distinta. Me habló de caridad. De cómo las puertas de los supermercados están sustituyendo a las puertas de las iglesias. Subrayó que quienes, desde arriba, orquestan la campaña de recogida de alimentos son los mismos responsables de la situación de crisis y de subidas de precios. Como el de la luz. Denunciaba que con estas estrategias esas mismas personas continúan forrándose en detrimento del bienestar general. Y evitan, dicho sea de paso, saqueos a (sus) supermercados. Yo escuchaba y dudaba… Quizá porque quiero pensar que a pesar de todas las campañas que puedan hacer llegue ese día en que la gente se harte de depender de la caridad. De no tener ningún futuro. Y se decida a poner fin a este terrorismo social para hacer la de Fuenteovejuna… Sheila Blázquez © humorenlared.com |
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